Una salida negociada, que refuerce las normas e instituciones democráticas y promueva la cooperación entre las diversas facciones políticas del país, es de interés para quienes han apoyado al movimiento chavista, quienes se han opuesto a él y también para el resto de los venezolanos. El trabajo más arduo para detener el declive del país y cambiar su rumbo debe ser asumido principalmente por los venezolanos, incluidos aquellos que hasta ahora han estado activos en la vida pública y aquellos que también se han sentido alienados e incapaces de moldear positivamente el futuro de la nación y el suyo propio. El enfoque que recomendamos requerirá un liderazgo más reflexivo y, de igual manera, requerirá una amplia participación de las organizaciones de la sociedad civil y los ciudadanos. Ninguna potencia extranjera correrá los riesgos y dedicará los recursos necesarios para resolver las múltiples crisis de Venezuela, pero varias naciones sí podrían tener el interés y los recursos para comprometerse y apoyar estas iniciativas. Este informe es una traducción actualizada del reporte: “Democratization in Venezuela: Thoughts on a New Path.”